El anciano maestro le mostró a Kishiro dos plantas que él mismo había plantado en medio de una explanada: un helecho y un bambú. Entonces, le contó su historia:
– Observa estas plantas. El bambú ahora te parecerá muy alto y robusto. Pero hace años llegué a pensar que nunca vería la luz. Verás, yo enterré unas semillas de helecho y bambú al mismo tiempo. Me gustan las dos plantas y quería tenerlas en mi jardín.
El helecho en seguida se dejó ver, con sus preciosas y brillantes hojas verdes. Pero el bambú se negaba a asomar ni un poquito. Pasó un año y el helecho seguía creciendo y extendiéndose, mientras que el bambú seguía sin nacer. Y así estuve esperando, regándolo igual, otro año más, y otro…
Y a los cinco años al fin apareció el bambú. Entonces comenzó a crecer y a crecer con rapidez. De pronto alcanzó los 10 metros, luego 20… ¡y míralo ahora! ¡Es altísimo! Pero… ¿sabes por qué tardó el bambú tanto en salir al exterior?
Kishiro pensó un rato pero no pudo dar con la respuesta.
– La verdad es que no se me ocurre nada…
– Porque el bambú estuvo cinco años dedicándose a fortalecer su raíz. Para poder crecer luego tanto, necesitaba tener una raíz grande y fuerte. Por eso tardó tanto en crecer
El anciano le dijo antes de despedirse: “Esta historia debe recordarte que no importa cuánto tarde algo en dar sus frutos. Lo más importante en un momento difícil no es buscar a toda costa ver resultados. En cambio, lo fundamental es trabajar arduamente en las raíces. Pues sólo gracias a ellas podrás crecer y convertirte en la mejor versión de ti mismo.”
Del cuento oriental “El helecho y el bambú”
Así comenzamos un nuevo mes, recordando este cuento y acercándonos también a lo que aprendemos de la naturaleza, tanto el helecho como el bambú tienen un cometido diferente, y ambos son necesarios en el bosque. Las cosas no siempre llegan cuando queremos y todo lo que nos sucede forma parte del aprendizaje. Capa a capa, y paso a paso, fortaleciendo el cuerpo desde la flexibilidad y la resistencia, ser como el bambú: regenerarse, curarse y crecer de nuevo.
En REDES seguimos con propuestas diversas para que te ayuden en lo necesites ahora, una práctica puntual, o sumergiéndote en un proceso con un inicio y un cierre, en cualquiera de las actividades disponibles de Redes Cuerpo, de Redes Formación y en Redes Terapias.
En este sentido hemos tenido en abril varios talleres de cuerpo: danza contemporánea, ballet, Chikung, 5 ritmos, danza en familia, yoga. Una propuesta que permite acercarte a una actividad por primera vez o profundizar en lo que ya conoces.
Y continuamos la formación del curso Intervención Terapéutica en Sistemas Familiares, en el Nivel 1, será la quinta sesión en mayo, y Nivel 3 Metavisión que terminará el último fin de semana, la guinda de cierre para el trabajo de varios meses.
También el 28 de mayo será la última sesión de la formación “Hablemos de duelo”. Si te interesa y no has estado en las anteriores, ponte en contacto con nosotros en el 651 733 875
Toda la información sobre esto y más fechas de formación está disponible en la web https://centroredes.es/formacion/
Se vienen propuestas muy interesantes de talleres residenciales para el verano: el consolidado Retiro Residencial de 5Ritmos RESET con Irene H. Sánchez y la tribu en julio, y Residencial de 5Ritmos Teatro “On The verge” con Lorca Simons e Irene H. Sánchez y Gina Espinosa.
Síguenos en IG y Facebook que publicaremos información adelantada para que te vayas planificando.
El Equipo REDES te deseamos un mes nutritivo.